Kate y Lila Moss, figuras emblemáticas de la moda, celebraban la Semana de la Moda de París con elegancia incomparable. Lejos de las pasarelas, fue en la calle que el dúo madre-hija marcó los espíritus, vestidos de color negro de la cabeza a los pies. Su presencia culminó con el cumpleaños de Lila, marcando sus 22 años con una sofisticación que recuerda el patrimonio de la moda de su madre.
La joven Muse de Coperni optó por una zanja de cuero negro y una minifalda, complementada con botas en ascenso, destacando la influencia de las tendencias de otoño. Kate, fiel a su estilo legendario, llevaba un suéter negro ajustado y una bolsa de estampado de leopardo, agregando un toque de los años setenta a su aspecto. Las botas, una pieza central de sus atuendos, simbolizan un retorno en vigor de la moda de los años 2000, un guiño a la silueta alargada inmejorable que Kate popularizó.
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Pero más allá de los desfiles, el evento insignia sigue siendo la fiesta de cumpleaños de Lila, organizada en el exclusivo Le Bristol. Entre los invitados, personalidades de renombre como Irina Shayk Y Carla Bruni se unió a la fiesta. ¿El momento íntimo de la noche? Un pastel rojo brillante, llevado bajo los destellos de fotógrafos, donde Lila, con un elegante gesto, sopló sus 22 velas.
Con una herencia tan estilística, está claro que Lila sigue los rastros de su madre, mientras trae un toque personal. Esta apariencia del dúo ha demostrado una vez más que el musgo, generación tras generación, sabe cómo capturar la esencia misma de la moda: atemporal, atrevido y siempre por delante de las tendencias.